Con esa ropa interior, este chico no pudo disimular sus erecciones cada vez que veía a su nueva madrastra, una de esas maduras imponentes de tetas como melones. Un día, junto a la lavadora, ella le dijo que se quitara la ropa que llevaba, que estaba muy sucia; primero la camiseta, luego los pantalones, y al descubrir el bulto que asomaba en la ropa interior… Sí, eso también hay que lavarlo, dijo. ¡Y se lo quitó y empezó a hacerle mamadas! Ah, y no te pierdas el final del vídeo, porque luego aparece también la hijastra ninfómana para completar el trío. Menudo día de la colada…
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Esto también hay que lavarlo
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